Desde Camagüey, una vez necesité conectarme a la web. Sin dudas el servicio pagado en la Habana era superior, aunque tenÃa falso contacto y cada X minutos tenia que teclear el número de la tarjeta pues se caÃa todo. Pero añoré aquel router Habanero cuando me tomó en Camagüey casi 10 minutos solamente para abrir mi correo. Con una pésima señal (aunque pagues en CUC) uno termina ansiosamente sacudiendo ambas piernas con deseos de salir corriendo en opuesta dirección. A veces entretenemos la vista en algún otro detalle curioso del cuarto para que pase el tiempo pero… ¡ay que desilusión al regresar a la pantalla y ver aun zero actividad!…cargando…casi…un poquito más…
Tomó unos 5 minutos abrir mi blog, asà que le quiero agradecer a cada paciente lector que desde Cuba abre este .com. Toma paciencia, asà que gracias. Desde la otra orilla uno reflexiona un poco diferente, de hecho la sensación es increÃble al leer los blogs “contra-revolucionarios”. Es como que ciertas cosas dejan de tener sentido cuando uno está con calor y una Internet lenta.
Si estando en Cuba, me veo picotazos de jején en los brazos y me angustia el transporte lo menos que me interesa visitar son los blogs “disidentes”. Cuando por encargo me confian una botella plástica y vacÃa “balita” para recoger el yogurt de soya de la bodega que viene sin fallar a las 7 de la noche, y hay que atravesar un barrio oscuro con baches y aceras medio rotas…NO me es vital leer sobre basureros en Cuba o paredes despintadas, eso no es serio.
Ahora, sé que mi estancia en Cuba es bastante cómoda comparada con algunos que no tienen parientes en el extranjero, salarios espléndidos ni una búsqueda estratégica. Entonces menos aún creo que ese muchachito de la calle que reunió dinero para conectarse media hora va a buscar blogs disidentes que supuestamente le abrirán los ojos sobre su propia realidad. La Internet la puede usar para actualizar su correspondencia digital, agudizar estudios para la escuela o profundizar información sobre temas noticiosos de actualidad. Supongo yo que le interesara más ver los basureros de New York, más que el de su barrio que a pie puede recorrerlo.
Si ese muchacho anónimo quiere oÃr voces descontentas sobre el paÃs hablará con algún tÃo medio resabioso o un vecino que se queja de algún mal social. Si desea contemplar algún grafiti contestatario irá con su amigo a las paredes de aquel barrio marginal. Hay blogs desde Cuba que sospechosamente se dedican a fotografiar cada basurero urbano que puedan encontrar, y si es con moscas mejor. Si hay un borracho que cayó mareado sobre la acera de madrugada, *flash*, lo publicaran para que los cubanos sepan que esta ocurriendo en su paÃs.
Eso no es verdad. Esos blogs, que casi en su totalidad han nacido por espaldarazos de billetes de las embajadas extranjeras en la Habana y otras vÃas ilegÃtimas, como el apoyo de fundaciones nórdicas. No buscan informar a los lectores nacionales. De hecho la sociedad Cubana es totalmente distinta a la estadounidense, en ese sentido comunitario donde los vecinos saben la vida y milagro de tus andanzas y no existen secretos. Cuba tiene naturalmente unas redes reales que asombran, y si en HolguÃn un campesino quemó su casa…de boca en boca la isla entera lo sabe.
Desde afuera siguen financiando religiosamente blogs y “periodistas” de ese tipo para más bien crear un estado de opinión en el extranjero. Es para que el británico, el holandés, el canadiense, el alemán y el americano sean bombardeados con esa propaganda y apoyen a su vez cualquier posible intervención en la isla. El ciudadano común de Estados Unidos, de por sà tiene a su gobierno prohibiéndole viajar a ese paÃs tenebroso que “patrocina el terrorismo”. Si él empieza a navegar la web en busca de información de primera mano contada por los propios cubanos dentro de la isla y sólo lee miles de relatos horrorosos entonces con lágrimas en sus ojos apoyará incondicionalmente una intervención norteamericana.
Claro, esto es sólo la idea abstracta. Si fructifica en resultados pragmáticos es otra historia. Creo que solo basta tener dos dedos de frente para a 90 millas darse cuenta cuando alguien escribe algo auténtico que le nace del alma…o simplemente está cuidando su salario. Recientemente un tal Ulvio Fernández con mucha sinceridad exclamó en TV MARTI , que el propósito era siempre organizarse para complacer bien a los posibles benefactores que financiaran cualquier iniciativa anti-gubernamental, ya fueran embajadas o fundaciones. No hace falta un doctorado en ciencias polÃticas o derecho internacional para entender que un disidente no puede estar condicionando su lucha para complacer a los adinerados diplomáticos.
Al final, quien obra contra su Patria , obra contra sà mismo pues ese dinero mal habido sólo compra su propio descrédito.